MULTIMEDIA
1.Historia de la ranita ( sesión de relajación y respiración )
«La ranita que estaba quieta»
La rana está sentada, quieta, inmóvil y cuando respira su barriguita se hincha un poco y después se hunde otra vez. Despierta y quieta. Presta atención, la rana no deja que las cosas la distraigan fácilmente, ella se da cuenta de todo lo que pasa a su alrededor, pero no reacciona, sigue sentada, tranquila y atenta. No salta inmediatamente, aunque puede hacer saltos enormes y así la rana no se cansa. no hace cosas por nada y no se deja arrastrar por todo tipo de planes interesantes que se le pasan por la cabeza. Puede dejar de saltar por un momento y estar quieta.
Tú también puedes aprender a estar sentado tranquilo y atento como una rana. Así que quiero pedirte que te sientes cómodamente encima de la esterilla o manta que te dijo tu profesor que prepararas. Puedes poner tu espalda de modo que quede recta y también relajada. Si quieres puedes cerrar los ojos o entre cerrarlos como tú prefieras. Tómate un tiempo para estar sentado relajado y con la espalda recta. Tus pies deben estar apoyados sobre el suelo, tu espalda recta. Deja que tus hombros cuelguen relajados. Puedes dejar tus manos en tu regazo.
Imagina que eres una rana y que estás a la orilla de un estanque grande. Obviamente tú no eres una rana de verdad, pero tienes algo que una rana también tiene. Básicamente que puedes estar sentado tranquilo y atento igual que una rana. Para poder estar así de quieto necesitas atención y tranquilidad. Atención para no saltar inmediatamente de una cosa a la otra de lo que estás haciendo en este momento y tranquilidad para poder seguir sentado quieto. Así que tómate el tiempo que necesites para poder sentarte tranquilo y atento como una rana.
Tus piernas y tus brazos quietos, tus nalgas y tu vientre quietos, tu espalda, tu cuello y tu cabeza están quietos. Todo tu cuerpo está quieto y se calma. Atención y calma. Tranquilo y atento. Y cuando estás así sentado en calma y tranquilo, puedes sentir todo tipo de cosas. Quizás notas que siempre hay algo que se mueve en tu cuerpo, UN DEDO una pierna, tus párpados o alguna otra cosa. Está bien no pasa nada. Durante este ejercicio no se trata de que no te muevas, se trata de que te des cuenta de si algo aún se mueve y qué es lo que sientes en este momento. Y si sientes que aquí o allá, aún hay algo que se mueve, quizás también sientas que con cada respiración también hay algo que se mueve en tu cuerpo.
Lleva tu atención a la punta de tu nariz, justamente al lugar en el que el aire entra y sale de tu nariz. Y ¿qué es lo que
sientes allí? siente que tú
respiración es algo especial Y qué te puede
ayudarte a calmarte. Quizás sientas también algo de tu respiración en tu
garganta. O en tu pecho o quizás más allá en tu
vientre. Coloca tus manos
en tu vientre y siente como tu vientre se mueve un poquito con cada respiración. Es algo bien curioso estar así con tu atención en tu
respiración, puedes notar de
todo, puedes darte
cuenta de que tú respiración es tranquila. O que es algo intranquila. También puedes darte cuenta de que hay pequeñas
pausas, justo después
de cada inspiración y también justo después de cada espiración. Quizás puedas prestar atención un
momentito a esta pequeña pausa al final de cada respiración. No tienes que respirar de otra manera
que como ya lo estás haciendo, la respiración
sucede por sí misma, así que solo te
das cuenta de lo especiales que son estas pequeñas pausas una y otra vez al final de cada
respiración.
Y también una y
otra vez al final de cada espiración. Y aún hay una cosa que es especial. Si después de un tiempo tu respiración se ha vuelto un poco más tranquila
y un poco más profunda, entonces puedes
darte cuenta de que tu cuerpo también está un poco más tranquilo y más relajado
quizás. También tus
pensamientos se tranquilizan un poco, la respiración de la tranquilidad. Inspira, espira. Al inspirar tu
vientre se abulta un poquito y al espirar vuelve a hundirse un poquito. Fíjate, lleva allí tu atención, al suave movimiento de la respiración en tu
vientre. Atención y
respiración. Es muy agradable
estar con tu atención en la
respiración. Es muy agradable
sentirse en calma, de hecho, no hace falta que hagas nada de especial para
respirar sucede por sí mismo. Con curiosidad
llevas tu atención aún por un momento a tu vientre, un poco abultado y un poco hueco, un poco abultado y un poco hueco y el aire entra y
sale otra vez. Atención y
respiración. Te calman
completamente. En este momento y
también en este momento, siéntelo.
Puedes aprender mucho de una rana puedes aprender que no tienes porqué reaccionar si tienes algún pensamiento, oyes o ves algo. Te das cuenta de ello, pero solo hace falta que reacciones cuándo es realmente necesario. Reaccionar conscientemente y menos a partir de un impulso. Atento y sentado como una rana. Si lo prácticas a menudo te darás cuenta de que puedes recordar las cosas mejor. Te das mucha más cuenta de las cosas.
Te deseo que hoy tengas muchos momentos de atención y que lo pases muy bien ya que, en la prisa de hoy, todos pensamos demasiado , buscamos demasiado, queremos demasiado - y olvidamos la alegría de ser justo...

2. Historia de los sentimientos ( sesión relajación y respiración )
- ¿Vamos a jugar al escondite?
La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó:
- ¿Al escondite? ¿Y cómo es eso?
- Es un juego - explicó la LOCURA - en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA, la ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, la VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué?, Si al final siempre la hallaban, y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse...
- Uno, dos, tres... - comenzó a contar la LOCURA.
La primera en esconderse fue la PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La FE subió al cielo y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, ¿que si un lago cristalino? ideal para la BELLEZA, ¿que si la rendija de un árbol? perfecto para la TIMIDEZ, ¿que si el vuelo de la mariposa? lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD. ¿que si una ráfaga de viento? magnifico para la LIBERTAD. Así terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él.
La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris) y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes.
El OLVIDO... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es lo importante. Cuando La LOCURA contaba 999.999, el AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
- Un millón - contó la LOCURA, y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la PEREZA sólo a tres pasos de una piedra.
Después se escuchó la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Teología y la PASIÓN y el DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la ENVIDIA y claro, así pudo deducir donde estaba el TRIUNFO.
El EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo. Él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la BELLEZA y con la DUDA resulto más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.
Así fue encontrando a todos, el TALENTO entre la hierba fresca, a la ANGUSTIA en una oscura cueva, a la MENTIRA detrás del arco iris... (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta el OLVIDO... que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite, pero sólo el AMOR no aparecía por ningún sitio.
La LOCURA buscó detrás de cada árbol bajo, cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal y las rosas... Y cogió un palo y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escucho. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR.
La LOCURA no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra:
EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.

